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La organización de las comunidades es clave para el desarrollo del campo en Guatemala

La Asociación de Cooperación para el Desarrollo Rural de Occidente (Asociación CDRO) y el Proyecto Buena Milpa son aliados en la implementación de tecnologías agrícolas que fomenten el desarrollo de las familias productoras en Guatemala.

Por: Divulgación-CIMMYT
1 de febrero de 2019

La Asociación de Cooperación para el Desarrollo Rural de Occidente (Asociación CDRO) y el Proyecto Buena Milpa son aliados en la implementación de tecnologías agrícolas que fomenten el desarrollo de las familias productoras en Guatemala.

Por: Ana Christina Chaclán, enlace de comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.

21 de enero de 2019.


Guatemala.- En Totonicapán se estableció una colaboración entre la Asociación de Cooperación para el Desarrollo Rural de Occidente (Asociación CDRO) y el Proyecto Buena Milpa para implementar tecnologías agrícolas que fomenten el desarrollo de las familias productoras que viven en el área rural de tres municipios: Santa María Chiquimula, Santa Lucía La Reforma y Momostenango.

La filosofía de la Asociación CDRO es contar con la participación de las comunidades en los procesos realizados, por lo que se entabló comunicación con los líderes comunitarios para facilitar la implementación de actividades y conocer, por medio de ellos, las necesidades de la comunidad. “Asociación CDRO siempre se ha caracterizado por apoyar el desarrollo del área rural, porque es donde se carece de tecnologías, insumos y formación sobre varios temas que pueden mejorar la dignidad de las personas en las comunidades”, resalta Víctor Andrés Gutiérrez, técnico social de la Asociación.

Siempre que llega un nuevo proyecto, este debe contar con el visto bueno de los líderes comunitarios, porque si no ellos rechazan las iniciativas. Por eso es mejor tener un acercamiento para que ellos apoyen el trabajo.

Desde hace 13 años, don Víctor ha trabajado como enlace entre las autoridades comunitarias, para que ellos puedan darles referencias a los pobladores, y estos no desconfíen de los programas. “Hay muchas comunidades organizadas, pero no tienen lineamientos de trabajo, no tienen proyección de desarrollo. Muchas veces su visión se enfoca más en la infraestructura y dejan a un lado la salud, la educación y otros aspectos que contribuyen al cambio de pensamiento de las personas”, comparte.

Moises Herrera, alcalde comunitario de Pueblo Nuevo, Momostenango, comenta que cuando tienen un acercamiento con las instituciones que implementarán proyectos o programas en su comunidad, les hablan de las carencias de las personas y de las familias que necesitan más apoyo, pero no injieren en la decisión de los encargados de implementar los proyectos. Para Herrera, la capacitación técnica que se le puede brindar a los productores es clave para el desarrollo, ya que considera que “acostumbrar a los pobladores a recibir insumos, solamente fomenta más pobreza, porque la gente no aprende a trabajar y se queda sin aspiraciones”.

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